Taller de Escultura

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martes, 10 de abril de 2007

Pegarle a un Maestro

Lo sabe un chico de cuatro años, de salita celeste, que ni siquiera sabe hablar correctamente.
Lo sabe un chico de seis años, que ni siquiera sabe escribir.
Lo sabe un chico de doce años, que desconoce todas las materias que le deparará el secundario.
Lo sabe un adolecente de diecisiete años, aunque sea la edad de las confusiones, la edad en la que nada se sabe con certeza.
lo saben sus padres.
Lo saben sus abuelos.
Lo sabe el tutor o encangado.
Lo saben los que no tienen estudios completos.
Lo sabe el repetidor.
Lo sabe el de mala conducta.
Lo sabe el que falta siempre.
Lo sabe el rateado.
Lo sabe el borracho.
Lo sabe hasta un analfabeto.
No se le pega a un maestro.
No se le puede pegar a un maestro.
A los maestros no se les pega.
Lo sabe un chico de cuatro años, de seis, de doce, de diecisiete, lo sabe los repetidores, los de mala conducta, los analfabetos, los borrachos, sus padres, sus abuelos, cualquiera los abe, pero no lo saben algunos gobernadores.
Son unos burros.
No saben los más primario.
Lo que saben es matar a un maestro.
Lo que saben es tirarles granadas de gas lacrimógeno.
Lo que saben es golpearlos con un palo.
Lo que saben es dispararles con balas de goma.
A los maestros.
A maestros.
Lo que no saben es que se puede discutir con un maestro.
Lo que no saben es que se puede estar en desacuerdo con lo que el maestro dice o hace.
Lo que no saben es que un maestro puede tener razón o no tenerla.
Pero no s ele puede pegar a un maestro.
No se le pega a un maestro.
A los maestros no se le pega.
Y no lo saben porque son unos burros.
Y si no lo saben que lo aprendan.
Y si les cuesta aprenderlo que lo aprendan igual.
Y si no lo quieren aprender por las buenas, que lo aprendan por las malas.
Que se vuelvan a sus casas y escriban mil veces en sus cuadernos lo que todo el mundo sabe menos ellos, que lo repitan como loros hasta que se les grabe, se les fije en la cabeza, lo reciten de memoria y no se lo olviden por el resto de su vida; ellos y los que los sucedan, ellos y los demás gobernadores, los de ahora y los de año próximo y los sucesores de los sucesores, que aprendan lo que saben los chicos de cuatro años, de seis, de doce, los adolescentes de diecisietes, los rateados, los borrachos, los analfabetos, los repetidores, los padres, los abuelos, los tutores o encargados, con o sin estudios completos:
Que no se le pega a un maestro.
No se le puede pegar a un maestro.
A los maestros no se les pega.
Sepan, conozcan, interpreten, subrayen, comprendan, resalten, razonen, interioricen, incorporen, adquieran, retengan este concepto, aunque les cueste porque siempre están distraídos, presten atención y métanselo en la cabeza: los maestros son sagrados.

Max Urtizberea - Diario La Nación 6/04/2007

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Absolutamente de acuerdo!

cuando vamos a entender que son los maestros nuestro segundo (siendo el primero la familia) acercamiento con lo mas importante de la vida de cada uno que es el conocer! el aprehender!

Gracias Caro por la firmita en el flog y en el blog!!
Besitos!!

Anónimo dijo...

tinchotere

sin palabras es eso y nada mas!!!

Unknown dijo...

Los maestros cumplen una función esencial en la vida, complementan a los padres en la enseñanza y educación.
Mi madre es docente, ya jubilada, y dió su vida por la educación.
Felicitaciones por postear este escrito.